Por Conchi Arribas, ingeniera industrial colegiada.
La Revolución Digital está transformando el mundo del trabajo y las empresas y lo está haciendo en su sencia y de forma rápida e incesante. Las empresas se enfrentan a la digitación, en sentido amplio, uso de tecnologías de la revolución industrial 4.0. El trabajo y con él las empresas se enfrentan a los requisitos derivados de la digitación y que se materializa en la revolución de las habilidades. El World Economic Forum en su informe de 2016 introduce el concepto “estabilidad de habilidades” para cuantificar el grado de disrupción por tipo de ocupación, familia o industria. Google busca empleados cuyas habilidades principales sean capacidad de aprendizaje y liderazgo, bajando el conocimiento experto a los últimos criterios.
De los estudios analizados, sus propios títulos revelan la importancia del concepto de habilidades frente al tradicional de conocimientos, como descriptor de las herramientas personales requeridas en el ámbito laboral:
– “The Future of Jobs: Employment, Skills and Workforce Strategy for the Fourth Industrial Revolution”, World Economic Forum, January 2016
– “The Skills Revolution, Digitization and Why Skills and Talent Matter”, Manpower
Group, 2016
– “Skills for a Changing World: Advancing Quality Learning for Vibrant Societies”,
Rebecca Winthrop and Eileen McGivney, The Brookings Institution, May 2016
– “The Digital Talent Gap, Developing Skills for Today’s Digital Organizations” Capgemini
Consulting
– “Preparing for the digitisation of the workforce”, An everis report, written by The
Economist Intelligence Unit
“Digital skills crisis”, House of Commons, Science and Technology Committee.
La revolución digital.
En un estudio realizado, más del 90% de las compañías confesaron no tener las necesarias habilidades en las áreas de social media, móvil, redes sociales internas, automatización de procesos y seguimiento y análisis de la mejora. Ello no quiere decir que no comprendan su importancia. Una investigación conjunta con el MIT descubrió que el 87% de ellas considera la transformación digital como una oportunidad competitiva, sin embargo solo un 46% estaban invirtiendo en el desarrollo de habilidades digitales y solo un 4% aseguraron que sus esfuerzos estaban alineados con el conjunto de la estrategia digital. Esta falta de inversión y alineación con la estrategia digital es preocupante, pues las tecnologías cuestionan la propia estrategia, lo que significa que las empresas todavía tienen un largo recorrido para resolver su digitación. Pese a que les convenga, ya que las compañías Digirati, las que hacen alto uso, extensivo e intensivo,
de las tecnologías digitales, son un 26% más productivas que sus competidores.
Las barreras más comunes para la digitalización incluyen la ausencia de conocimientos técnicos y procesos de negocio muy difíciles de cambiar. El 41% de las empresas ha rediseñado sus procesos de negocio para permitir una mayor automatización y están dispuestas a invertir en tecnología que tiene el potencial de transformar su organización.
La robótica es la tecnología con uso menos difundido, solo un 11% han evaluado formalmente las oportunidades de usar robótica. La han adoptado un 38% de compañías grandes y 27% de pequeñas, lo que se relaciona con la inversión requerida. Se trata de empresas con gran demanda de empleo altamente cualificado, siendo mayor su difusión en manufactura, aunque en almacenamiento y gestión de stocks fundamentalmente se prevé un rápido crecimiento en el futuro.
Actualmente los robots ya son más rápidos y eficientes y han pasado de su uso en las líneas de producción del automóvil al sector agrícola y de la salud, al mismo tiempo los precios están bajando rápidamente. Según datos de la International Federation of Robotics, las ventas de robots alcanzaron en 2013 el record en un año y en 2014 crecieron un 27%.
Inteligencia artificial. Solo un 25% han evaluado formalmente las oportunidades de usarla. Pese a ello es la más difundida, el 43% hace algún uso de la misma, aunque solo un 13% de forma extensiva, y un 26% planean usarla en el futuro. Ha crecido significativamente gracias al incremento del poder de computación y la disponibilidad de nuevas técnicas de programación que aproximan inteligencia al software, permitiendo a las computadoras realizar de forma muy rápida y eficiente tareas que antes se consideraban solubles solo por el cerebro humano. La aplicación más común hoy es, con diferencia, el análisis de datos, 65%, con especial incidencia en el reconocimiento de patrones, y en el área de mantenimiento. Recientes innovaciones están ayudando a las empresas a extraer conocimientos y aprender del gran volumen de datos que recogen, constituyéndose en una herramienta para ayudar a los trabajadores expertos a ser más
productivos.
La revolución de las habilidades
Esta transformación de la naturaleza y definición del trabajo, mediante la combinación de automatización y análisis humano, caracteriza el trabajo del futuro. La inteligencia artificial se constituye en una fuerza multiplicadora que incrementa la eficiencia de un pequeño grupo de personas realizando un trabajo altamente especializado. Así, surge el concepto de trabajo aumentado y fuerza laboral aumentada, que combina la inteligencia humana y la de la máquina. El verdadero potencial de las herramientas digitales, que se despliegan en todas las funciones de la empresa, no solo en las áreas más técnicas, se desvela cuando se combinan con una robusta comprensión del negocio. Lo que lleva a una creciente demanda de un profesional evolucionado, que se encuentre igualmente confortable con las funciones de negocio y las de la
tecnología. Deben ser profesionales que posean habilidades técnicas, para asegurar que están arriba de la curva tecnológica, junto con habilidades relacionadas con la estrategia de negocio y el liderazgo.
Y este resulta ser el desafío más común del empleo y el trabajo, la limitada disposición de personas con el mix habilidades requeridas. De acuerdo con el Hays Global Skills Index 2015, los mercados laborales globales están aproximando un punto crítico, puesto que la disponibilidad de trabajadores con las habilidades requeridas no se produce al mismo ritmo que la demanda. Para recibir los beneficios reales de estas tendencias, las empresas necesitan de sus empleados habilidades distintas y en constante evolución que les permitan idear y gestionar adecuadamente las contribuciones de la innovación a lo largo y ancho de toda la compañía, en nuevas estrategias y nuevas direcciones. El pensamiento creativo, su implementación y gestión para conseguir mediante la digitalización lo que parece difícil o incluso imposible hoy.
Puntos para un análisis estratégico
Un estudio de 2013 citado recurrentemente The Future of Employment: How susceptible are jobs to computerisation? concluyó que el 47% de los trabajos disponible en US puede ser susceptible de computerización a lo largo de las próximas dos décadas. Esta conclusión motiva la necesidad de realizar análisis desde distintos ámbitos:
– La respuesta que se espera de los directivos para mantener una plantilla leal y motivada.
– El modo y la intensidad con que la digitalización del trabajo impactará la posición competitiva de la empresa en los mercados.
– El riesgo de que determinadas empresas y países queden descolgadas al no poder competir por el talento.
– La distribución de la riqueza y las habilidades en la economía global.
– La dependencia de los presupuestos de los gobiernos respecto de tasas aplicadas sobre el empleo de las personas físicas.