Por María Costa, Ingeniera Industrial y aprendiz de ambientóloga.
Dentro de la plataforma Formación Continua de la Ingeniería que promueven los colegios de ingenieros industriales, agrónomos y caminos, canales y puertos, durante este mes de octubre se está celebrando el Curso práctico de cálculo y gestión de huella de carbono, al que estoy asistiendo.
La experiencia está siendo muy positiva, ya que el curso tiene un enfoque práctico y contamos con casos reales de profesionales en las distintas partes implicadas.
Estado de la cuestión
Como respuesta al cambio climático, existe un compromiso europeo para reducir los gases de efecto invernadero (GEI) en un 20 % (sobre niveles de 1990).
Sin embargo, los esfuerzos en los sectores afectados por el régimen comunitario de comercio de derechos de emisión no serán suficientes. Por ello, se hace necesaria la reducción de las emisiones en otros sectores económicos, denominados “difusos”. Aproximadamente un 60% de nuestras emisiones de GEI corresponde a los sectores residencial, comercial e institucional, transporte, residuos, agrario y gases fluorados. España debe reducir las emisiones de dichos sectores en un 10 % respecto a 2005.
Para ello, se contempla una hoja de ruta con medidas, así como otra serie de iniciativas entre las cuales está la Huella de Carbono.
¿Qué es la Huella de Carbono?
La Huella de Carbono (HC) es la totalidad de gases de efecto invernadero, emitidos por efecto directo o indirecto, por un individuo, organización, evento o producto. Así, se habla de:
- HC corporativa o de organización, donde se analizan las emisiones de GEI de la organización a lo largo de un periodo determinado, generando un inventario de emisiones.
- HC de producto, donde se analizan todas las emisiones de GEI realizadas durante el ciclo de vida del producto.
Para el cálculo de cada una de ellas existen metodologías y estándares desarrollados: GHG Protocol, ISO 14064, PAS 20-50, ISO 14067.
El Registro de la Huella de Carbono
Con la llegada del Real Decreto 163/2014 se crea el Registro de Huella de Carbono, la compensación y proyectos de absorción de dióxido de carbono. Se ha pensado en un sistema que funcione de la siguiente manera:
La participación es de carácter voluntario, tratando de facilitar la involucración las pequeñas y medianas empresas (PYMES).
Los requisitos que se han establecido para poder inscribirse en el primer registro son:
- Tipo de huella de carbono a inscribir: HC de organización.
- “Alcance” mínimo necesario para la inscripción: emisiones de GEI de “alcance” 1 (directas) y 2 (por generación de electricidad adquirida). Las emisiones del “alcance 3” (indirectas) pueden ser o no inscritas.
- Todas las emisiones correspondientes al “alcance” 3 y las de “alcance” 1 y 2 en el caso de organizaciones no pymes o pymes que cuenten con emisiones de proceso deberán estar verificadas por un tercero independiente.
- Existen tres niveles de participación: cálculo, reducción y/o compensación.
- Disponer de un Plan de Reducción de la Huella de Carbono.
Una vez inscritas, las organizaciones podrán utilizar un sello de titularidad del MAGRAMA. Este sello permite identificar para un periodo definido (anual) el nivel de participación por el que ha optado la organización.
Ventajas, posibles inconvenientes y futuro
La Huella de Carbono permite identificar las fuentes de emisión y elaborar un Plan de Reducción, el cual, al ser implementado, supondrá, además de la reducción de emisiones, un ahorro energético y, por lo tanto, económico. Además, aumenta la competitividad y el posicionamiento de las empresas.
Por otro lado, las emisiones indirectas pueden ser las más elevadas según el tipo de organización y, sin embargo, se pueden dejar fuera del registro.
Según la Oficina Española del Cambio Climático, pronto se exigirá a las empresas que quieran trabajar con la Administración que se inscriban en el Registro de HC, calculando y reduciendo sus emisiones de GEI.
Con todo, creo que como un primer paso vamos por buen camino, pero hay mucho por recorrer.