Por José Juan Campillo, coordinador académico DAUPV (Universitat Politècnica de València). Director Proyecto Vera.

No hace falta comentar que la situación actual que vivimos en nuestro país, así como la de nuestros vecinos, no es la mejor ni la más soñada. Cifras oficiales apuntan, por ejemplo, que casi el 80% de los valencianos sufre de estrés o que más del 40% de la población española padece de algún tipo de ansiedad o depresión. Sin poner más datos encima de la mesa, lanzo la siguiente pregunta ¿Debemos permitir esto?

Evidentemente, y apelando al más común de los sentidos, factor determinante es la coyuntura económica actual, una niebla que nos impide ver el camino de nuestro destino, ese calor balbuceante que emana del subsuelo y distorsiona la imagen que un día llegamos a pintar de nuestro futuro. Pero, ¿y nosotros?, ¿cuál es nuestro papel en todo esto?, ¿somos escritores o simplemente lectores?

Llegarse a preguntar si realmente adoptamos una postura valiente es de por sí ser valiente. Ser valiente afrontando la vida y no dejando que ésta pase por delante de nosotros. ¿Lo fácil? No hacer nada.

empleoDicen que es en las pequeñas cosas, en los pequeños detalles, donde se encuentran los grandes momentos. ¿Puede que esos grandes momentos pasen mientras no paramos de mirar ansiosamente las redes sociales, los servicios de mensajería instantánea, e-mails o las miles de inútiles aplicaciones? Últimamente todo lo medimos con indicadores, índices, datos, estadísticas. Debemos tener un par de carreras, un máster, doctorado, experiencia, inglés, alemán, ser más eficientes, productivos, sin contar con que debemos siempre estar perfectamente visibles, guapos/as, ser buenos hijos, hermanos, padres, vecinos… Y todo esto sin cambiar que seguimos manteniendo un par de cromosomas de diferencia con respecto el simio, desde que el hombre es hombre. ¿Hemos evolucionado al ritmo que nos exige la vida?

Crecimiento SOcialmente SOstenible
Se habla de producción sostenible, energía sostenible, economía sostenible, pero… ¿alguien se ha preguntado si no sería mejor poner atención a mantener y fomentar un crecimiento SOSO? Que qué es SOSO, SOSO es un crecimiento SOcialmente SOstenible.

Pero un crecimiento SOSO no es competencia de un organismo superior, un estado, ni nuestro jefe. Un crecimiento SOSO depende de uno mismo. Consiste en saber diferenciar el tiempo de trabajar, el tiempo libre, el tiempo de pensar, el tiempo de reír…Creer en lo que uno hace, entusiasmarse, disfrutar de los nuestros y de nuestros momentos.

Con todo, recuerdo las palabras de Estellés Cerdá, que en su día sentenció: “Cuando el trabajo se convierte en pasión, deja de ser trabajo”, frase que subrayo, ya que, lo queramos o no, el trabajo que desempeñamos no es una dimensión externa, es inherente a nuestro más propio sentido del “ser”.

Convertir el trabajo en nuestra pasión, ser capaces de disfrutar y de avanzar. Dos facetas, la nuestra y la externa; exigentes con nosotros mismos y valientes con los factores externos que nos rodean. Parece difícil, y lo es, porque nadie ha dicho que sea fácil.

No es una parte, es un TODO, unidos por una delgadísima línea. Cada parte influye en el equilibrio del TODO, por eso hay que cuidarlas. La emocional, familiar, profesional… Ni que decir queda que cuando una falla, cuando una se tambalea, el resto se ven afectadas. ¿El método? No hay método único, pero si un principio, mejorar y disfrutar por partes iguales.

No seamos lo que no queremos ser, ni aparentemos ser lo que no somos. Tomando nota de las palabras de Guerra Aroca, “prefiero que me odies por ser quien soy, que me ames por lo que nunca seré.” Tomemos el control de TODO aquello que nos sucede y convirtámonos en unos SOSOs.