Por Alejandro Marín, Presidente de CLAIU-EU.
El pasado jueves 20 de noviembre se celebró en Bruselas el “Día del Ingeniero Europeo”, con la participación de todas las Federaciones Europeas de Ingenieros: ECEC, FEANI, ECCE, CLAIU, CLGE, EFCA y ENAEE
Bajo el lema “La movilidad de los Ingenieros en la construcción de una Europa Innovadora”, el tema central del evento, al que asistieron 150 participantes pertenecientes al mundo de la industria, académico y de las organizaciones profesionales, estuvo enfocado hacia “los retos de la profesión de Ingeniería para cumplir las expectativas de la sociedad y cómo las políticas de la UE pueden ayudar a la profesión de la Ingeniería a cumplir estos objetivos”.
Al no poder asistir personalmente, se optó por una intervención muy encomiable por videoconferencia del Presidente del Consejo Europeo, Mr. Herman Van Rompuy, y entre los ilustres ponentes cabe destacar, por su interés, la presentación del Jefe del Departamento de la Dirección General del Mercado Interior, Mr Martin Frohn.
En mi opinión, las cinco conclusiones más relevantes pueden ordenarse de la siguiente manera:
1) Por la propia naturaleza de su compromiso profesional y ético, la labor del Ingeniero debe mantener como primordial la protección de la salud y la seguridad de las personas. Con este fin los Ingenieros deben poseer y mantener a lo largo de su vida profesional la competencia técnica y de gestión necesaria para ello. El ritmo de los nuevos desarrollos en ciencia y tecnología implica para los Ingenieros una necesaria actualización para adquirir nuevas habilidades y competencias tecnológicas, así como para mantener un alto nivel de desarrollo profesional. La importancia de la evaluación de la calidad de su formación inicial y continua debe ser reconocida.
2) Muchos de los actuales retos sociales en Ingeniería son de naturaleza transfronteriza. Por ello, la internacionalización y el reconocimiento de las competencias profesionales en otros países tienen una importancia vital para poder forjar un mejor futuro para la sociedad.
Más allá de la necesidad que pueda imponer la actual crisis económica, la movilidad internacional tiene que formar ya parte de una carrera de Ingeniería. El trabajo transnacional, integrado en equipos interdisciplinares compuesto por profesionales de diferentes culturas, promueve la excelencia en los ámbitos de la educación y de la praxis de la profesión.
3) La formación de los Ingenieros les permite elaborar soluciones adecuadas y sostenibles para los mayores retos que afrontará nuestro mundo en el futuro. La sociedad de hoy está rodeada de productos y desarrollos de la Ingeniería que permitirán a las generaciones actual y futura prosperar y florecer.
Las regulaciones de la profesión en sus dos vertientes (legal y profesional o ética) son los mecanismos complementarios, que aseguran de una manera independiente la defensa del interés público en el desempeño de la profesión de la Ingeniería. Garantizan no solo la competencia profesional del Ingeniero, sino también su compromiso personal, al estar obligado a ello por el código de práctica profesional.
4) La evolución de la Ingeniería ha estado siempre ligada a las tres “I”: Innovación, Inversión e Internacionalización. Inversiones públicas y privadas son necesarias para el desarrollo de nuestra sociedad.
Dada la complejidad de los servicios de Ingeniería y sus tecnologías, junto con la necesidad de las adjudicaciones públicas a la oferta mas barata, se pueden producir efectos indeseados de falta de calidad e incumplimiento de expectativas. Por ello, es necesario un esfuerzo en la fase de las especificaciones de requisitos de calidad, que sirven para poder adjudicar posteriormente los contratos a la oferta mas barata.
5) Las pequeñas y medianas empresas, que dan empleo a la mayoría de los Ingenieros europeos, son el corazón de la economía europea. El éxito de dicha economía dependerá, por ello, de nuestra capacidad para liberar el potencial de crecimiento del sector de las pymes, así como de nuestro empeño por apoyar el emprendedurismo de la Ingeniería en nuestros países.
Todo ello será en defensa del interés de cada consumidor y cliente, y en el caso de las obras públicas, en defensa del interés general.