Por Jesús Casanova, director general del Centro Europeo de Empresas Innovadoras de Valencia (CEEI Valencia)
En los últimos años se ha generado lo que muchos describen como el boom del emprendimiento o la burbuja emprendedora, pensando que si conseguimos que diferentes personas se animen a convertirse en emprendedores y pongan en marcha nuevas iniciativas empresariales, se generará actividad económica con la consiguiente generación de empleo y disminución del paro. Al respecto cabe decir que el último informe GEM (Global Entrepreneurship Monitor) indica que en España la tasa de emprendedores es del 5,7 %, dos puntos por debajo de la media europea que es del 7,8 %.
El prototipo medio del emprendedor español es el de varón de 35 a 44 años, con experiencia profesional previa, emprendiendo en el sector de servicios.
Pero si la motivación para emprender es la necesidad de crearse el propio puesto de trabajo ante la falta de otras alternativas laborales, y no la oportunidad, al haber detectado una nueva iniciativa o actividad, las posibilidades de fracaso son grandes, pues una cosa son las expectativas y otra son las realidades. Por lo que es fundamental que el emprendedor, antes de iniciar su aventura empresarial, analice en profundidad el mercado, los posibles clientes, sus necesidades técnicas y de infraestructuras, sus recursos económicos, evaluando el riesgo al que se puede comprometer. En definitiva, que se prepare para entrar en la “Jungla Empresarial”, ya que una vez lanzado, dar marcha atrás es muy difícil.
Para saber si uno es emprendedor o no, debemos indicar que las principales características de un buen emprendedor son las siguientes: ambición, con fuerte motivación y asumiendo riesgos para cambiar las cosas; creatividad, para crear nuevos desarrollos o mejorar los existentes; miedo, es algo normal y natural, nos hace prudentes, pero tenemos que identificarlo para ver como solucionarlo; dedicación, ya que sobre todo al principio, nuestra iniciativa nos va a requerir mucha dedicación y esto puede ser a cuenta de nuestro tiempo libre.
Es muy importante que el emprendedor se plantee, antes de lanzarse a desarrollar su iniciativa empresarial, si ésta la puede llevar a cabo incorporándose a alguna empresa ya existente, con lo que las posibilidades de abordar el mercado pueden ser mucho mayores y evitando la mayor parte de los problemas que surgen en las nuevas empresas; es lo que se denomina “Open innovation”.
Sin embargo, el termino emprendedor además de corresponder a la persona que pone en marcha una iniciativa empresarial, también tiene la acepción de “Intraemprendedor” que no es tan conocida pero que presenta importantes ventajas en muchos casos. El Intraemprendimiento, consiste en desarrollar una actividad emprendedora en el interior de una empresa existente, que suponga una innovación en la misma, ideando nuevos productos o servicios, o nuevos atributos de estos, o cambios en la estrategia de la empresa. Por lo que Intraemprendedores son aquellas personas que poseen un comportamiento emprendedor, contando con el apoyo de la empresa, analizando y desarrollando nuevas iniciativas que supongan nuevas oportunidades de negocio, que permitan crecer a las compañías.
El Intraemprendimiento es un magnifico campo para los Ingenieros para desarrollarse dentro de las empresas, sin tener que asumir grandes riesgos con nuevas iniciativas industriales de elevadas inversiones. Esto permite potenciar a las empresas existentes para que crezcan, tengan un mayor valor añadido, una mayor nivel de productividad y creación de empleo, y con esto ser capaces de abordar o crecer en mercados internacionales.