Por Salvador Puigdengolas, Presidente de la Demarcación Valencia del COICV
La Seguridad y Salud en el trabajo de todas las trabajadoras y todos los trabajadores, y operadores intervinientes en el mercado laboral, debe ser más que un reto para la sociedad en su conjunto, con el fin de alcanzar tolerancia cero con los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales.
Objetivo común de todos, de no sólo conservar los niveles de bienestar alcanzados, en particular los que se gozaban antes de la época de crisis que estamos viviendo, sino, además, potenciar el bienestar laboral de todos los trabajadores y trabajadoras, acometiendo acciones encaminadas a la promoción de la seguridad salud mas allá de las obligaciones legales que nos son impuestas por la propia Ley de Prevención de Riesgos Laborales que, en febrero de 2016 cumplió 20 años desde su entrada.
Siniestrabilidad laboral que, en cifras y según el informe de la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo (OSHA), indican que:
Se pierden alrededor de 83.000.000 anuales de jornadas de trabajo por accidentes laborales en la Unión Europea.
Alcanzándose los 55.000 millones de euros debidos a daños a la salud
Cifras que, extrapoladas al estado español, nos indican un aumento del 5,8% en jornada de trabajo, excluyendo los in itinere en periodo enero diciembre de 2015 comparado con el 2014, siendo la cifra global de un total de 449.223 accidentes de trabajo en jornada de trabajo.
Cifras que, en términos de coste de siniestrabilidad llegaron a alcanzar alrededor del 3% del PIB, es decir, unos 32.500 millones de euros de coste que ha de ser soportado por la sociedad en su conjunto.
A nivel autonómico, la siniestrabilidad laboral en la Comunitat Valenciana registró un total de 32.020 accidentes con baja en jornada de trabajo, con un aumento de 3.389 casos en relación con el mismo periodo del año anterior y que representa un incremento del 9,5%.
En lo que respecta a los sectores, la distribución según su incidencia porcentual sobre el total de los accidentes en la Comunitat, fue el siguiente:
– La Industria, con 8.439 casos representa un 21,6%
– La Construcción, con 3.404 casos representa un 8,7%
– Los Servicios, con 23.342 casos representa un 59,8%
Datos más que preocupantes, si son observados en términos económicos, ya que podemos observar cómo:
– El aumento del PIB en 2015 y en el conjunto del estado solo fue de un 3,2%
– El aumento de cifras de afiliación a la Seguridad Social, en enero de 2016, fue de un 3,2% interanual
– O comparando con el aumento de la población expuesta, que en la Comunitat Valenciana fue de un 3,4%
Es decir, todo lo bueno que tiene esta recuperación económica se lo está comiendo la siniestrabilidad laboral, encontrándonos en una época en la que los accidentes de trabajo está repuntando con cifras muy superiores a las del aumento de la actividad económica y que conllevan pérdida de productividad, sobre todo en los sectores en los que los ingenieros industriales estamos muy presentes, en el sector servicios y en la industria.
Por ello, debemos de ser conscientes que hemos de poner nuestro granito de arena, siendo conocedores de que invertir en prevención es rentable, ya que por cada euro que se invierte en prevención hay un retorno de 2,2 euros (según informe de OHSA) sino que también a efectos sociales, ya que la siniestrabilidad conlleva asociados dramas personales y familiares para quienes los sufren.
Tomemos consciencia y alcancemos tolerancia cero con los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, actuemos porque es cosa de todas y de todos.
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