Por Alejandro Marín, Presidente de CLAIU-EU.

El próximo día 20 de noviembre se celebrará en Bruselas la segunda Conferencia Anual “Día del Ingeniero Europeo”. En ella estarán presentes todas las Federaciones Europeas de Ingenieros bajo el lema “La movilidad de los Ingenieros para construir una Europa Innovadora”. Resulta, por lo tanto, oportuno hacer una recapitulación de la situación para saber dónde estamos y hacia dónde nos dirigimos.

Como puede verse en esta página web, la jornada está pilotada por la Red Europea de Agencias de Acreditación de Titulaciones de Ingeniería (ENAEE), lo cual es una buena noticia, puesto que cuando esta Agencia Europea y los Títulos que acredita den sus frutos, los Ingenieros que salgan de esos programas podrán ejercer sus competencias en toda Europa. Aunque esto se producirá no antes de una década.

Carné Profesional Europeo
EuropaMientras tanto, la reciente Directiva 2013/55, que modifica la Directiva 2005/36, relativa al Reconocimiento de Titulaciones Profesionales (DOUE 28/12/13), introduce el EPC (Carné Profesional Europeo), el cual se muestra como una potente herramienta que facilitaría la movilidad de los ingenieros, especialmente a través de la Cooperación Administrativa y por medio del Sistema de Información del Mercado Interior.

Este mecanismo, que ya ha demostrado su eficacia para aumentar la movilidad en profesiones incluidas en la Directiva de Servicios, necesita para su aplicación al caso de la Ingeniería que sea solicitada su implantación por las Asociaciones Europeas que la representan. Y aquí es donde nos estamos encontrando con el escollo más importante.

Para empezar, incluso en CLAIU-EU, Asociación Europea de Ingenieros de Ciclo Largo, que además está integrada por ingenieros de países mediterráneos mayoritariamente, y por lo tanto con grandes oportunidades de aprovechar la mejora de la movilidad, nos encontramos con algunas reticencias a la hora de solicitar su implantación.

Más grave resulta el caso de la asociación mayoritaria en número (FEANI, Federación Europea de Asociaciones Nacionales de Ingenieros), ya que en su reciente Asamblea General, en Gdansk, ha decidido dejar aparcada la EPC y apoyar su Carné Profesional: Engineering Card o Eng Card. Respecto a esto, hay que recordar que tanto este carné como su antecesor, el EurIng, se han mostrado útiles solo para algunos países específicos del área anglosajona, pero inoperantes para el conjunto de Europa.

Mi empeño, como presidente de CLAIU-EU, se centra en lograr que se solicite cuanto antes la entrada en vigor del Carnet Profesional Europeo (EPC) previsto por la nueva Directiva 2013/55, ya que sería la mejor vía para incrementar la movilidad de los Ingenieros.

No deberíamos olvidar que con ello no sólo se beneficiarían los profesionales, si no que resultaría muy positivo para mejorar la competitividad de las empresas y países europeos.