Por Alejandro Marín, ingeniero industrial miembro de la Junta de Gobierno del COIICV

El pasado día 11 de marzo tuvo lugar en Bruselas la reunión de clausura del Organismo Europeo CLAIU-EU (Comité de Liaison des Associations d´Ingénieures Universitaries) que durante 27 años aglutinó a las Asociaciones Nacionales de Ingenieros de Ciclo Largo de: Bélgica, España, Italia, Portugal, Luxemburgo, Irlanda, Alemania, Grecia, Chequia, Francia y Holanda. Los últimos seis países se incorporaron en diferentes períodos. 

Como se puso de manifiesto en dicha reunión, se consideraba logrado el obetivo para el que se había constituido este Organismo, que era fundamentalmente defender la continuidad de las Titulaciones de Ingeniería de Ciclo Largo. 

Una vez implementados los programas de Ingeniería en desarrollo del Proceso de Bolonia, habiéndose publicado las Directivas de Reconocimiento de Titulaciones Profesionales y como consecuencia de todo ello, en todos los países de la UE permanecen los programas de ingeniería de Ciclo Largo, bien a nivel de Master o como Masters Integrados. También es cierto que con diferentes grados de implantación y aceptación, pero que tienen más que ver con los avatares y desarrollos internos propios de cada país, que con la regulación a nivel europeo. 

En todos estos años CLAIU-EU ha trabajado estrechamente con otras organizaciones europeas para implantar un sistema de Acreditación y Calidad en los programas de ingeniería que cristalizó en el Programa EUR-ACE que ahora desarrolla el organismo ENAEE (European Network Of Accreditation Of Engineering Education), Institución ésta a la que CLAIU-EU ha dejado su legado y encomendado sus objetivos. 

También mantuvimos numerosas reuniones y Conferencias con miembros de las Cámaras de la UE, que defendían la Directiva de Reconocimiento de Titulaciones Profesionales, de manera que en la misma quedara reflejada la Titulación de Ciclo Largo en Ingeniería con un reconocimiento de competencias y nivel propio. 

Por último me parece importante reseñar otras actuaciones que en el ámbito de cada país ha tenido CLAIU-EU, siempre a petición del correspondiente Organismo local (en el caso de España, el Instituto de la Ingeniería de España, IIE).

No obstante todo lo anterior personalmente considero igual de relevante la función de acercamiento y mejora del conocimiento y la comunicación entre organizaciones nacionales de ingeniería, lo que en el caso de España que somos exportadores netos de ingenieros, tiene un gran valor añadido, que he podido ir comprobando con satisfacción a lo largo de los doce años que he sido el representante del IIE en CLAIU-EU. Durante todo este tiempo la mejora del conocimiento de los ingenieros españoles, su capacidad y competencia es algo de lo que tenemos que sentirnos orgullosos. 

Si en algo he podido contribuir a ello, especialmente en este último período en que fui presidente (2014-2016), sería motivo de doble satisfacción para mí.