Por Miquel Boix Domingo, vocal del Consell Valencià de la Innovació
El Programa Marco de Investigación e Innovación de la Unión Europea Horizonte 2020 que tiene por lema “La unión por la innovación” es actualmente la hoja de ruta que los países miembros tomamos como referencia a la hora de monitorizar la transmisión desde las diferentes fases del proceso de generación del conocimiento hasta su implementación final.
Adaptado a nuestro espacio geográfico inmediato esta iniciativa europea viene identificada como Sistema Valenciano de Innovación, la necesidad de coordinar las competencias en el ámbito de la ciencia y la empresa a través de políticas integradas para impulsar una economía productiva capaz de crear mayor empleo y de mayor calidad. Y para ello se hace determinante identificar los agentes que participan en ese sistema, auditar los recursos con los que se cuenta y elaborar una estrategia a largo plazo que los englobe y marque objetivos concretos.
Mapa de la Innovación por regiones europeas. European Innovation Scoreboard, 2016.
Si bien queda mucho por hacer, la Comunitat Valenciana no parte de cero como territorio innovador dada la existencia de un ecosistema que desde hace décadas viene contribuyendo a ello. Por un lado, las cámaras de comercio, sindicatos, organizaciones sectoriales, asociaciones empresariales, universidades o institutos tecnológicos y por otro, organismos de la administración pública valenciana como el IVACE, CEAM, CIPF, IVE, IVIE, ICV, IVIA, IVF, Alt Consell Consultiu R+D+I y otros de ámbito comarcal o local han contribuido a su mantenimiento. En este orden de cosas, será clave la capacidad de recuperar el recientemente “nacionalizado” sistema financiero valenciano, del ámbito autonómico al estatal, que si bien no asegura la innovación por su sola existencia se presenta como un factor necesario, también un síntoma, para garantizar la autonomía del sistema y de sus objetivos diferenciados.
Entrando en los datos para entender la composición del Sistema Valenciano de Innovación, según la estadística INE 2014 las empresas en el ámbito valenciano representan el 40,8% de la I+D frente a la media en España del 52,9% y la mayor parte del gasto lo realizan las universidades con un 46% frente al 28,1% de la media del Estado. Por ejemplo, mientras que Madrid lidera el ranking de gasto medio de innovación por empresas, la Comunitat Valenciana se sitúa la décima tras Cataluña, País Vasco, Navarra, Castilla y León, Aragón, Galicia, Andalucía y Cantabria.
En este punto es importante señalar que la principal fuente de financiación de las universidades valencianas es la administración autonómica que representa cerca del 60% y si nos fijamos en el informe IUNE 2016, de actividad investigadora en las universidades españolas, podemos afirmar que el estado de la producción científica propia presenta una evolución positiva, si bien Cataluña cada vez marca mayor distancia frente a las tres autonomías que la siguen: Madrid, Andalucía y la Valenciana. Si a eso le sumamos los datos europeos, se hace especialmente evidente la desconexión entre el mundo empresarial y el universitario visto que en España se genera una patente por cada 291 artículos publicados mientras que en Italia son 109, en Francia 40 o en Alemania 24.
Hasta la fecha el documento estratégico RIS3 ha sido el que ha servido de guía para dirigir un Sistema Valenciano de Innovación que como vemos arrastra diferentes carencias, principalmente ligadas a la desconexión entre la iniciativa pública y el sector privado, el tamaño de las empresas o la internacionalización de las mismas. En 1999 el Libro Blanco de la Innovación de la Comunitat Valenciana recomendaba la creación de un ente aglutinador y no ha sido hasta 2017 que ha visto la luz la Agència Valenciana de la Innovació que se crea con la intención de hacer de director de orquesta de esa estrategia coral que se marca como objetivos principales el crecimiento sostenido y sostenible de la renta per capital, la creación de puestos de trabajo de calidad, el aumento global del empleo y el incremento del nivel y calidad de vida de los ciudadanos valencianos. Sin duda, en un momento como el actual de gran inestabilidad macroeconómica y con tantos retos por delante será especialmente enriquecedor para todos seguir de cerca el proceso.