Por Rafael Delicado, Responsable área Recolocación en EQUIPO HUMANO.

Hay palabras que de tanto gastarlas, han quedado vacías de significado. O tienen tantos significados como personas las pronuncian. Sin duda, talento es una de ellas. Una simple búsqueda en Google abruma: 113 millones de resultados. La cifra adquiere una mayor magnitud si comprobamos cómo un término de mucha mayor tradición como “recursos humanos” devuelve 171 millones de resultados: bastantes más, pero ¿desde cuando hablamos de recursos humanos y cómo de reciente es la moda de la gestión del talento?

En unos años, hemos pasado de administrar personas, a considerarlas recursos para finalmente centrarnos en la esencia: el talento. Con la recuperación del mercado laboral, muchas empresas han comenzado a sufrir dos graves problemas que parecían olvidados: el aumento del absentismo (voluntario) y de la rotación. Mientras algunos optan por abandonar la empresa y buscar nuevas oportunidades y retos, hay quienes deciden quedarse pero con un nivel de compromiso mínimo respecto a la organización.

Ante ello, la apuesta por la atracción y retención del talento se ha convertido en una de las prioridades para las empresas. Pero ¿qué es el talento? ¿Qué pasó para que quisieras irte de aquí? Regresa, talento.

Sobran expertos y gurús que puedan dar sesudas definiciones y teorías sobe el talento; así que haré referencia únicamente a la esencia: hablamos de talento cuando hacemos referencia a la capacidad no sólo de hacer nuestro trabajo con gran calidad; también requiere la capacidad de aprender y mejorar de forma constante. Habla del presente pero también del futuro, de lo que soy actualmente y de lo que puedo llegar a ser. Es en esa habilidad de adaptarse y mejorar de forma continua donde reside realmente la clave.

Tradicionalmente, la evaluación del desempeño ha permitido a los responsables de recursos humanos el disponer de información acerca de cómo hacemos nuestro trabajo. Este proceso es amplio, ya que no debe sólo centrarse en los resultados (objetivos cuantitativos) sino también en el proceso (resultados cualitativos). Nike, Adidas o Zara, por citar algunos ejemplos bien conocidos, saben bien cómo los clientes valoramos cada vez más el modo en que las compañías actúan. La evaluación del desempeño se convierte así en una parte importante de nuestra estrategia de gestión del talento; sin embargo, debemos incorporar la variable potencial, y que habla de lo que una persona puede llegar a lograr. Es ahí precisamente donde la gestión del talento adquiere un carácter clave al convertirse en un elemento clave para desarrollar la estrategia de la empresa.

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La metodología 9 Box Grid presenta la gran virtud de permitir relacionar estos conceptos de una forma fácil y sumamente intuitiva, mostrándonos de forma gráfica dónde está el talento en nuestra organización y cómo desarrollarlo de forma coherente con nuestra estrategia. Esta metodología evalúa el talento de cada persona desde un doble punto de vista cuantitativo (resultados) junto con una perspectiva cualitativa, a través de una evaluación más cualitativa como es el potencial. A pesar de que aún muchas organizaciones no tienen plenamente implementada la dirección por objetivos, afortunadamente muchas empresas sí disponen de cuadros de mando y KPI´s que permiten medir los objetivos de cada puesto de trabajo. Respecto a la medición del talento, el definir los valores y competencias de la organización nos permitirá contar con ese marco de referencia dentro del cual evaluar las conductas o comportamientos de nuestros colaboradores. Para asegurarnos que esta medición nos permita evaluar realmente el potencial, deberemos esforzarnos en evaluar aquellas competencias que realmente sean transversales y respondan a un espíritu o modelo de trabajo de toda la organización. En demasiadas ocasiones las empresas se lanzan a definir sus valores o competencias, quedándose en simples deseos recogidos en la web corporativa. Aterrizar esas definiciones en comportamientos observables y nivelar estos comportamientos de acuerdo al nivel alcanzado será la base para que los empleados conozcan cómo la empresa espera que se hagan las cosas. Y, lograr eso, supone llegar al alma de la empresa.

Nuestra experiencia acumulada durante el desarrollo e implantación de Talent, el software de gestión del talento de Equipo Humano en el que hemos estado trabajando en los dos últimos años, nos ha hecho valorar especialmente la necesidad de que el sistema que utilicemos se ajuste realmente a las características y necesidades de nuestra empresa: las soluciones estándar y generalistas difícilmente podrán responder a algo tan único y personal como es el talento en mi organización.

Desarrollar el talento en una organización requiere un método y la metodología 9 Box Grid ha demostrado ser una de las más eficaces y flexibles. Es importante el proceso de definir y gestionar nuestras competencias para poder llegar a medir y cuantificar el talento de nuestra organización. Esto nos permitirá diseñar toda una serie de estrategias que nos permitan desarrollar ese talento y aprovecharlo para lograr los objetivos estratégicos de nuestra empresa.